2 de octubre de 2006

Hoy me he dado cuenta de que a parte de ser ciclotímica, ya que cambio de humor de una hora a otra (y lo digo porque hace un rato estaba feliz), la felicidad no me dura, si la tengo hago todo lo posible por descubrir porque la tengo, cuanto me durará, y un largo etcétera, si no la tengo la busco y en el trancurso de esa busqueda y consecuente espera pasa la vida sin ser feliz, y comienza el ciclo, pongo en duda todo, mi razón me abandona la mayoría de las veces y sufro la avalancha de mis impulsos sin medida, que como todo lo que no tiene medida es signo de que algo va a empezar a ir mal, a veces la razón vuelve pero siempre queda un vestigio de incertidumbre.

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