29 de mayo de 2006

En tierra de volcanes




Después de un madrugón, comenzaron mis vacaciones justo cuando eran las 9:40 hora canaria.
Alojados en un apartamento lanzaroteño, con su dormitorio, su saloncito y dos sofás enoooormes, su neverilla para esas copas que uno se toma a cualquier hora, su terracita y su cocina, lo primero que hicimos fue dormir, hasta las tantas...recuperado el sueño, vueltita por las playas cercanas...con una temperatura constante de entre 25 y 30º...ni que decir tiene que con este clima una anda todo el día con el bikini puesto...
Lanzarote no tiene grandes playas, ya que la tercera parte de la isla está cubierta por la lava, o por lo menos eso me parecio a mí, asi que el Domingo, ya alquilamos un coche...hay muchas ofertas, la mejor RRAutos, por unos 16€/dia, por ello os recomiendo que no alquileis coches desde la península, siempre sale más barato en el lugar de destino, con nuestro polo amarillo comenzamos nuestras tres rutas, el mismo Domingo fuimos al Mercadillo de Teguise, un pueblo donde todas sus calles se llenan de pequeños puestos artesanales entrelazados con la gastronomía canaría, con varias plazitas con música en directo...el sitio ideal si quieres empezar a gastar, tras las compras, lo mejor una cervecita con algo muy típico "papas arrugás con mojo", como en todo hay restaurantes para guiris y pa los del pueblo, policía en frente preguntamos y nos fuimos al que tenía más solera...
Entre playas, con arenas de todos los colores, nos perdimos en los "Jameos del Agua", un lugar emblemático y que no hay que perderse, diseñado por Cesar Manrique, todo un personaje en la isla, ya que en multitud de ocasiones encontrarás referencias a él, la entrada cuesta 8€, pero merece la pena entrar en este extremo de tubo volcánico...si quereis más info aqui.
Más tarde nos fuimos al otro punto de la isla cerca de Haría, en lo que es conocido como "Mirador del Río", para descubrir como desde Lanzarote puedes ver tres islotes, La Graciosa, Montaña Clara, y Alegranza, estas nunca salen en el mapa, para entrar también hay que pagar, pero la mayoría de la gente pone en peligro su vida y traspasa una señal donde se lee PROHIBIDO EL PASO, y nosotros, claro, también, en plan aventurero, junto al borde del precipicio a 480 metros de altura sobre el nivel del mar y tan panchos...
Ya el míercoles nos fuimos a la parte más impactante, nos adentramos en "Las Montañas del Fuego", más conocido como parque Timanfaya, entrada: 9€, cuando llegas al lugar tienes la posibilidad de dar una pequeña vuelta en circulo en camello, cosa que no hicimos porque ya montamos en el Sahara...y aquí no te visten de árabe...
Una vez que accedemos al interior de las Montañas del Fuego, tenemos la sensación de hallarnos en un paraje sobrecogedor e irrepetible. El primer punto que visitamos el el llamado Islote de Hilario, un lugar donde el subsuelo presenta una temperatura de 140 grados centígrados a sólo 10 centímetros de profundidad y de 400 grados centígrados si la excavación llega a 6 metros. En este enclave podemos participar de distintos experimentos geotérmicos, como prender la aulaga con el calor del volcán o comprobar las emanaciones caloríficas de la superficie. También podemos ver los géiseres artificiales que producen unos tubos introducidos en el suelo cuando se arroja agua fría a las entrañas de la tierra.
En una guagua nos adentramos en un recorrido de 14 kilómetros de longitud mimetizado con el entorno, y atravesamos todas las zonas volcánicas de mayor interés geológico y paisajístico, guiados por una grabación donde se recogen descripciones inspiradas en el manuscrito del cura de Yaiza, Andrés Lorenzo Curbelo, principal testigo de la trágica acción de la naturaleza en las erupciones del siglo XVIII. Durante la visita debemos fijar nuestra atención en las numerosas alineaciones de volcanes, las lenguas de lava, los hornitos y los tubos volcánicos existentes en estos lugares.
Tras el paseo recuperamos fuerzas en el restaurante en lo alto de los volcanes de César Manrique, un sitio nada caro y con una excelente carta gastronómica...